El director Dean DeBlois decidió hacer una apuesta muy grande con esta secuela. Una actitud bastante lógica si tenemos en cuenta la baja calidad que se vio en películas como Lluvia de hamburguesas 2. “Como entrenar a tu dragón” fue una película principalmente divertida, que servía para presentarnos la forma de vida en la isla de Berk y por supuesto a los personajes, entre los que se encuentran los dragones. Al final todo cambia cuando los aceptan como parte de su vida. No hay mucho más que explorar en Brek. Al ir más allá, en esta continuación, se encuentran primero con Valka, a quien creían muerta desde hace años. Ella les enseña un poco más sobre los dragones y su riqueza, pero también encierra una sorpresa muy interesante. También aparecen grandes amenazas con las que los protagonistas descubren lo cruel que puede ser el mundo. Los cazadores son solamente un eslabón que lleva a alguien realmente peligroso, Drago. Es un villano que tiene una motivación real, con la que justifica su odio. Los suyos lo respetan por el temor que le tienen, y en todo momento sabemos lo peligroso que puede llegar a ser. No por nada pone en jaque a los héroes, con lo que la trama se vuelve más oscura. Las tensiones crecen, estallando en muy buenas secuencias de acción y flashbacks que dan más forma a la trama central. Aquí es donde los juegos emocionales, necesarios en estas películas, funcionan a la perfección.
Es muy interesante ver hasta qué punto se puede profundizar en los sentimientos de los personajes en una película que es teóricamente infantil. Hay cuestionamientos y dudas como el de Hipo, que se exploraron antes en este tipo de films. Sin embargo, a la hora de interactuar, se ponen en manifiesto emociones mucho más fuertes como la culpa que vemos en Valka; el resentimiento que lleva al odio en Drago y la manipulación. Hay también emociones muy positivas que hacen interesante la balanza de contenidos, la amistad; el amor en Estóico (Estoic) y tantos otros como el perdón. Los personajes están tan bien caracterizados que sorprenden por lo humanos que son. Se equivocan, dudan y crecen. Esto la enriquece muchísimo a la película y hace que el abanico de emociones que sentimos al verla sea, no solamente sea amplio, sino además muy bien manejado. En ningún momento es densa o aburrida. Lamentablemente el clímax pasa demasiado rápido. Se exploran otras cosas, lo que lleva a que la batalla final sea corta y no tenga el nivel emotivo necesario.
En cuanto al aspecto visual, hay una mejoría bastante notable a nivel técnico. No faltan los planos secuencias que nos hacen ponernos en la piel de los jinetes de dragón y lograrnos sumergirnos del todo en ese mundo. El espacio en el que se mueven es mucho mayor y sentimos esa grandeza necesaria en las historias épicas. Lo que también se nota, es un gran trabajo a nivel de arte conceptual. Por ejemplo, la diversidad de dragones no solamente se evidencia en lo físico, sino también en su comportamiento.
Hay películas que demuestran el potencial técnico en la animación moderna. Sin embargo vimos cómo termina en algo vacío sin una gran trama, trabajada con inteligencia, y por supuesto personajes ricos en cuanto a su psicología y espectro emocional. Como entrenar a tu dragón 2 es un ejemplo de cómo la pasión con la que se hace una película, repercute en la calidad final. Es decir, un ejemplo a seguir.
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