sábado, 31 de mayo de 2014

Teatro Manga Vol.2 - Akira Toriyama




A principios de los ochentas, Akira Toriyama ya se había convertido en un artista con cierto renombre y un grupo de fanáticos que iba en aumento. Sus historias tenían cada vez más cargas de aventuras, locaciones
exóticas y un elemento importante de ciencia ficción. La fantasía y su humor particular seguían vigentes como sello personal. 

En el segundo tomo de “Teatro manga” encontramos historias cortas publicadas entre el 1979 y 1988. Es decir que vemos la forma en la que evoluciona mientras comienzan “Dragon Ball” y “Dr. Slump”.  La primera historia del manga es distinta al resto. “Isla highlight”  salió originalmente en 1979, la época en la que sus obras eran una sucesión de gags en mundos extraños. Está más lograda que Wonder island, porque hay un hilo conductor que funciona muy bien, un dolor de muelas. Tiene momentos muy cómicos pero no llega a ir más allá de una lectura rápida.

Damos el salto a los ochentas con “Escape”, aquí se luce con el apartado visual y comienza a jugar con las tensiones dramáticas propias de la acción. El título lo dice todo. La desesperación de la protagonista está retratada de manera perfecta y vemos otra faceta de Toriyama, que aprovecha posteriormente en Dragon Ball. 

En “Pink” encontramos una historia bastante interesante de ciencia ficción. Los elementos de los mangas de los ochentas están presentes en lo visual. Lo que la hace verdaderamente interesante, son esos momentos de calma, en los que aprovecha para desarrollar lo cotidiano y la psicología de los personajes. La magia está ahí. Lástima que le dio un giro de fantasía al final. Tenía el potencial para convertirse. Lo que si me choca y lo vi en otras obras suyas, es que los personajes femeninos parecen achicarse en ciertas viñetas. Como que vuelven a ser niñas de golpe. Choca.

Existió una suerte de ensayo a Dragon Ball. Muchas de las ideas de su ópera magna están en  “Dragon
Boy”. Es una historia simple de fantasía, con muchos paisajes de la antigua China. El protagonista, Tanton es un niño que ha vivido alejado del mundo, y se ha dedicado a las artes marciales. Tiene algo especial que lo hace distinto que no es una cola de mono.  Cuando lean esta historia, seguramente les va a venir un poco de nostalgia.

Si en la obra anterior había un prototipo de Gokú, en “Tongpoo” encontramos un ensayo de Bulma y algunos elementos como las cápsulas.  No se arriesga demasiado a ir más allá de los gags. Es ciencia ficción simple, con un mundo extraño, una sobreviviente y un monstruo al que tiene que enfrentar el protagonista, que por cierto, tiene algo que lo hace único.

Lo imaginativo del tomo nos da un descanso con “Mr. Ho”. Aquí supo retratar como un pueblo vive un conflicto y las desconfianzas que se generan. Funciona muy bien, tiene su grado de tensiones y acción, pero no es algo que salga de lo normal.

En “Kennosuke” vuelve a la seguidilla de gags y a lo exagerado. Al protagonista lo preparan para la cita que lo espera el día siguiente porque no quiere quedar como un pelmo. Con este argumento tan simple, el formato queda perfecto y las carcajadas están aseguradas.
El tomo cierra con “Sonchoh”. Aquí vemos la evolución que estaba teniendo a nivel gráfico y narrativo, que después le daría un sello a Dragon Ball Z. Hay un poco más de humor, esta vez centrado en la acción. El chiste está en la confusión que da lugar a una persecución de autos muy lograda y el gag del final.

En el segundo tomo de Teatro Manga tenemos a un Akira Toriyama que ha encontrado su estilo y ha decidido apostar a las aventuras y la acción en mundos fantásticos.  Su imaginación y narrativa se van refinando cada vez más y nos damos con grandes obras en este tomo.



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