Me
causa mucha gracia cuando hablan de los cómics americanos como el paradigma de
lo comercial y los europeos como muestras de expresión artística del noveno
arte, como si las cosas fueran así. Las generalizaciones molestan en un
principio, pero después causan gracia. Una gran ejemplo de comic comercial francés
es “La Geste des Chevaliers Dragons”, una serie de fantasía con muchos de los
elementos que hizo famoso al género de “Sword and Sorcery”.
Agne (Anne Guéro) es una guionista que imaginó un mundo en el que los dragones son criaturas mágicas que tienen un velo que deforma las cosas a su alrededor, convierte tanto a humanos como animales en monstruos. Sin embargo, las únicas que son inmunes y pueden acercarse a los dragones para matarlos, son las vírgenes. Por esto se creó la Gesta de los caballeros dragón.
Agne (Anne Guéro) es una guionista que imaginó un mundo en el que los dragones son criaturas mágicas que tienen un velo que deforma las cosas a su alrededor, convierte tanto a humanos como animales en monstruos. Sin embargo, las únicas que son inmunes y pueden acercarse a los dragones para matarlos, son las vírgenes. Por esto se creó la Gesta de los caballeros dragón.
La protagonista del primer tomo Aïda junto a su escudera, Ellyn han sido
llamadas a un pueblo dónde el dragón asesinó a varios caballeros y la
influencia de su velo va creciendo cada vez más. A medida en que se acercan al
dragón, las hordas van aumentando al igual que las atrocidades que cometen. Es
muy parecido al viaje que tienen que sufrir en “El corazón de las tinieblas” o “Apocalypse
now” en donde lo que da terror es lo que va a venir a pesar de que tengan que
arreglárselas para sobrevivir en todo momento. El guión en este sentido es muy
divertido y muy bien llevado a pesar de tener fallas en la construcción de
personajes y a veces en los diálogos.
Alberto Varanda se da rienda suelta en el dibujo para construir locaciones muy imaginativas a las que no les faltan detalles y nos sumergen de lleno en ese mundo. Sus hordas de monstruos tienen un aire a los Daemonites de Wild C.A.T.S. aunque se los sienten más peligrosos y más logrados, sobre todo a la hora de darle un toque gore en donde se ve el grado de bestialidad que tienen. Es un cómic comercial, las protagonistas son todas voluptuosas con poca ropa, a pesar de ser caballeros que se enfrentan a dragones. No faltan las poses sensuales, ni el elemento erótico, dónde Varanda falla un poco. En esto sus dibujos son plásticos y esa necesidad del desnudo gratuito molesta en una serie así.
A pesar de sus fallas, el primer tomo de los caballeros dragón tiene mucho para convertirse en una gran serie de fantasía. Hay ideas novedosas dentro del género que lo hacen muy interesante a este tomo. El dibujo llama la atención en todo sentido y se luce en cuanto a lo imaginativo.
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