martes, 17 de junio de 2014

El Eternauta - El Odio cósmico - Pablo Muñoz & Walter Taborda



Allí, en alguna mesa de saldos, las ediciones de editorial Deux sueñan con llegar a ser una colección completa. Esa maldición que tenía Pablo Muñoz de no poder pasar el tercer número de las colecciones que edita, se ha roto hace tiempo. El problema está en que nada de lo que edita llega a buen puerto. Cuando su nombre aparece en algún título que esperábamos en edición nacional, sentimos esa promesa que se deshace en la mesa de saldos. Allí es a donde llega todo lo que edita, incluso sus escasos números 4. Hace algunos años intentó continuar la historia del Eternauta en la saga “El odio cósmico” Solamente salieron tres números, que hoy se pueden encontrar en los saldos. Tanto él, como Walter Taborda insistían en que habían completado la historia. Resultó ser cierto, en el 2008, Doedytores publicó el libro con la historieta casi completa (Sin el contenido de los tres números que habían salido) Es decir, lo de Barreriro quedó afuera.

En las casi cien páginas del cómic, Pablo Muñoz no logra despegar la historia a pesar de tener un par de ideas interesantes que se pierden. El mayor problema está en la forma en la que encara la trama, desde el vamos, la idea central es absurda e idiota. Juan Salvo aparece en un continum en dónde el Eternauta es una historieta, y allí los ellos van a lanzar su ataque máximo. Junto al psiquiatra que lo encontró, Katz, decide juntar un grupo de ataque conformado por intentos de personajes sin ningún desarrollo psicológico, bidimensionales a más no poder y aburridos. Incluso Baxter, que es un alter-ego homenaje del fallecido Barreiro, termina siendo un estereotipo del guionista con ínfulas de ser interesante. Es inevitable que los diálogos terminen en el clásico ping pong del escritor principiante, chistes malos y grandes bloques de texto sin editar. Es decir que cuesta leerlos y creer que salen ser seres humanos. Si la trama es problemática, esa identidad argentina que destilaba el Eternauta se pierde en la forma de encarar la historia a lo Michael Bay. Hablamos de un intento de thriller con mucha acción mal dibujada, peleas gratuitas y una falta de tensión desesperante. Incluso los marines y el ejército norteamericano están presentes. A mitad de la historia, aparecen nuevos personajes. Es una esperanza que uno como lector, tiene que se salve la segunda mitad del libro. Aparecen chicas sexys mal dibujadas, con aún menos desarrollo que los protagonistas. Están para un intento de juego amoroso con Katz, y  por supuesto, ganas de Taborda de dibujar mal una que otra chica desnuda y una escena de sexo muy gratuita. Como toda película de Michael Bay moderna, no faltan las grandes naves y mucha escenografía de ciencia ficción que está porque sí. En realidad es un lindo decorado, aunque esté mal dibujado. Allí es donde aparecen a modo de intento de giro argumental esas ideas que se desperdician. El porqué de la invasión, que queda en un discurso progresista vacío, calcado de algún

panfleto. También está el motivo de los ellos, si un guionista con un mínimo de talento hubiese escrito esta historia, eso sería lo central. Muñoz demuestra que es tan buen escritor como editor.

Creo que el único trabajo que me gustó de Walter Taborda fue el peregrino, con guión de Robin Wood. Allí su estilo que intentaba imitar el lado cool de los americanos de los noventa andaba bien. En una historia del Eternauta ese estilo choca bastante. No es un universo de mujeres sexys, hombres musculosos y escenas plásticas. Tampoco es un lugar en donde puedan estar todo el tiempo en poses sexys y con rostros inexpresivos. Falta esa esencia argentina. Su falta de profesionalismo en cuanto a sombreados y planos se hace aún más evidente por esa forma de encarar el cómic. Hay una sola página completa que está bien ilustrada. El resto es lamentable.

El gran miedo de todo fanático de la historieta argentina, es una adaptación al más puro estilo de Hollywood, o incluso peor, de Michael Bay. El odio cósmico es lo más cercano al StoryBoard de esa aberración que podemos encontrar. Menos mal que pude cambiarlo por otra historieta en el Ateneo.

2 comentarios:

  1. Jo! Seba vos sabes que en los 90tas fui uno de los que compro el #1 de odio cósmico y ni se gasto en el 2 y el 3 ya que los dibujos de Taborda (que en historietas onda Manga estaba bien digamos) mas el coloreado digital súper chillón sin una pizca de sentido estético y el guion que pintaba ser una remake, me aflojaron las ganas. pero siempre me quede con la duda de ver lo que Ricardo Barreiro (autor que con ciudad ya había homenajeado al personaje) podía hacer con la historia de Juan Salvo.
    Cuando sale este tomo al completo y en blanco y negro salte en una pata pero cuando vi que era muñoz el que metió el guion quede ahí y preferí dejar la lectura en suspenso. yo te recomiendo (seguro que ya lo leíste) leer la novela del eternauta que cuenta una acción inmediata de los sucedido en el vol1 que si bien se alarga un poco la historia en las ultimas paginas da un giro de 360 grados a la historia y te deja con todas las ganas, tendrían que hacer una historieta desde allí por lo planteado por HGO seria muy grosso ver una continuación desde ahí con pablo de santis y Salvador saenz por ejemplo...
    Muy buena critica Seba saludos!

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    1. Te perdiste entonces una carta que salió en el segundo número contra el "talento" de Muñoz. Le decían el rey midas al revés, imaginate. Por ese entonces no tenía idea de lo corrosivo que era ese ser en el cómic nacional.
      A la novela del Eternauta la devoré a los 14 años junto con todo lo que encontré del personaje. La verdad que es bastante importante el giro, pero muy inteligente. Ojalá lo hagan cómic.
      Gracias por comentar :)

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