domingo, 4 de mayo de 2014

Star Wars: Dark Empire - Tom Veith & Cam Kennedy


 


Hoy es una fecha especial para el fandom de Star Wars. Para aprovecharlo, volvemos a ese  universo expandido, que si bien se desarrolló durante años en novelas que aparecían esporádicamente; Juegos de rol; Y los cómics que editó Marvel (Conocidos como Classic Star wars), no fue hasta principios de los noventa cuando cobró un peso importante. Timothy Zahn fue el primero en explorar lo que pasó después del Retorno del Jedi. En la trilogía de Trawn las cosas no son fáciles para la nueva república. El imperio aún sigue vivo, esperando la oportunidad para volver a su grandeza. Su nuevo líder es un estratega frío y muy peligroso, el Gran Almirante Trhawn, que sabe aprovechar las debilidades de Leia Organa Solo (Sí, está casada con Han y tienen hijos) y los suyos para poner en jaque a esa república incipiente y devolverla a su rol de rebelión. Las novelas fueron un éxito que revivió el fanatismo por la franquicia. Un poco después de la salida de la primera novela de esta trilogía, la editorial de cómics Dark Horse, conocida por continuar franquicias como Aliens o Terminator, había adquirido los derechos. Su primera saga fue una apuesta grande, hecha con mucha pasíon que estaba ambientada después de la trilogía de Zhan: Dark Empire.

                                        

El guionista, Tom Veitch conoce cómo funciona el mundo de Star wars. Al igual que en las películas, Dark Empire comienza en medio de la acción. Leia Organa Solo y su esposo Han, organizan una misión de rescate en las ruinas de Corouscant para buscar a Luke y Lando después de la caída de la nave en la que iban. A pesar de que está en uno de los tantos campos de batalla, Luke decide quedarse para investigar una gran perturbación de la fuerza que lo lleva al planeta Byss. Allí descubre horrorizado que el Emperador Palpatine no ha muerto y lo estuvo esperando para que tome el rol de su padre, es decir, que se pase al lado oscuro de la fuerza. A través de esto, Veitch logra una tensión que se mantiene hasta el final de la historia. Hace un muy buen uso de la elipsis para darle el peso a lo que realmente le interesa, que es la lucha interna que tiene Luke contra el lado oscuro que avanza en él y las manipulaciones de Palpatine.
Al sumergirnos en el mundo del emperador, logra ampliar la mitología de la fuerza de una manera coherente con las películas y a su vez ahondar en elementos de ciencia ficción. Es un autor que se sabe manejar muy bien en el género, pero no olvida en ningún momento en que universo está trabajando. La acción y la aventura predominan por sobre todo, al punto en el que esos elementos que les mencioné, están en función a estas, por ejemplo, las nuevas armas y naves del imperio. Aparecen, explica lo que hacen, pero lo que importa en el argumento es como los rebeldes se las arreglan para enfrentarse y salir aireosos. A nivel general ,el gran logro de Veitch es que nos preguntemos por que este cómic nunca se convirtió en película.

                                

El dibujo de Cam Kennedy choca a primera vista por la paleta de colores que eligió usar. Son fríos y su sombreado es a veces excesivo para la saga. En este sentido es funcional a la idea de dar una atmósfera mucho más oscura a la historia. Falla en la composición de rostros, muchas veces sabemos quién es quién por las vestimentas y sus expresiones son bastante toscas, como forzadas.

Su narrativa es impecable, se asemeja a un Story board detallado con un excelente manejo de los planos y la profundidad. Es un maestro a la hora de dar vida a mundos alienigenas y retratar escenas de guerra en donde se vive la desolación y la muerte. Donde se luce es en las secuencias de acción en el espacio. Se nota que disfruta diseñar naves y más aún, destruírlas. Cuando tiene que darle un aspecto imponente a las armas del imperio, lo logra sin problemas, haciendo que sepamos lo mal que la pasan los rebeldes.

                               

Dark empire abrió las puertas a Dark Horse para expandir tanto el universo de Star Wars, que se necesitaron crear eras para poder ordenarlo. La calidad por lo general fue alta, cosa que animó a escritores como Kevin J. Anderson o el mismo Timothy Zhan a sumarse a este universo expandido en cómics. Dark Empire es una de esas historias intensas, que se nota que fueron realizadas con pasión. No se resiente al paso de los años, y se sigue manteniendo como uno de los estándares más altos de la saga.

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