Uno de los grandes hitos de Columba, y tal vez la ópera magna de Robin Wood fue Dago. Después de ser un conde de montecristo en Asia y Europa, la serie fue evolucionando cada vez más a novela histórica con muchos toques de épico. Dago es un anti héroe por excelencia. Astuto, manipulador, a veces cruel, sin perder su naturaleza buena. Es por esto, que se mueve tirando hilos, de lejos si es posible. Así sobrevive y obtiene poder
Esta saga, Saqueo en Roma, ambientada en el último gran
saqueo que sufrió la ciudad en el siglo XVI, tiene todo eso a lo que Wood nos
tiene acostumbrados: Una muy buena investigación histórica, donde desfilan personajes históricos muy bien personificados. En esto, el que se lleva las
palmas es Gomez. La labor gráfica es impecable, y si la documentación de Wood
está muy bien, Gomez se luce, cada detalle gráfico está cuidado al máximo,
desde las vestimentas hasta la ambientación. No es cómo pasa en otros cómics históricos en los que se centran demasiado en todo eso y pierden dinamismo. El dibujo de Gomez tiene fuerza, dinamismo y esa carga histórica que lo hace una obra sobresaliente.
La saga se va perfilando como toda novela bélica, con el
miedo de la pre-guerra, mostrando el peligro de los que van a atacar la ciudad,
y el nivel de barbarie al que llegan. El rol de Dago, es evitar que se de el
saqueo, y luego defender Roma de lo inminente. Como es costumbre en Wood, se
forma un pequeño grupo de marginales muy capacitados, y astutos que van
cumpliendo roles en eso. Una vez que llega el saqueo, explota todo. No llega a
ser algo épico, sino que es más una muestra de lo que puede llegar el ser
humano. Si leyeron el corazón de las tinieblas, vayan imaginando lo que espera.
Aquí Dago se mueve entre las sombras, evitando de que las cosas se pongan peor,
mientras se ve la destrucción y el saqueo excelentemente ilustrados por Gomez.
El problema, es que la saga termina demasiado rápido, a
mitad del tercer tomo, y deja con gusto a poco la magnitud del saqueo y la
herida que dejó este en Roma, sobre todo, si tenemos en cuenta de que se vino
perfilando desde los últimos capítulos que se editaron en el país. Es más, creo
que esto es una continuación directa. Para los lectores que recién conocen al
personaje, es un muy mal punto de entrada. Hay mucho que está definido, y si no
leyeron antes la serie, se quedan un poco fuera. El prólogo de Avilez no sirve
demasiado. Es más como un repaso para los que leyeron antes todo Dago.
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