sábado, 26 de abril de 2014

El tiempo del mal - Carlos Trillo & Cacho Mandrafina


                                                

Para festejar el quinto aniversario de la segunda generación de la revista Fierro, Juan Sasturaín editó en el número 60  “El tiempo del mal”, una historieta que había sido publicada en Francia. Es una historieta muy especial, porque fue la última que se publicó de Carlos Trillo en vida. 

Una de las razones por las que las historias de Trillo llegaban a ser mágicas era por su capacidad de mezclar géneros de manera sumamente natural, y darle un cierto grado de humor o picardía a sus historias. Esta no es la excepción. Ambientada en la Alemania nazi, la historia trata sobre Charlie y Bob dos amigos que se rencuentran de casualidad tras haber sido llamados por Lily para que encuentren a su madre, Greta. En el pasado habían trabajado juntos desmitificando magos como un trío inseparable. No habrían existido problemas entre ellos de no ser por dos razones: Ambos estuvieron enamorados de Greta, lo que por medio de un problema de polleras hizo que terminaran distanciados. El otro es que son judíos en la Alemania nazi.

                                                 

Para que una historieta con estas características funcione bien, es necesario un buen dibujante. El destino unió esa genialidad narrativa de Trillo a Cacho Mandrafina para recrear con mucha clase esa época. Es mundo donde la tensión es enorme, y se siente ese estallido social que va a explotar en cualquier momento para mal. Es el mismo ambiente el que hace que los personajes tengan que andar con cuidado, pero como es marca registrada de Trillo, los personajes no son figuritas que están ahí para escapar y hacer lo que deban hacer. El desarrollo de personajes es sobresaliente. Bob y Charly parecen preocuparse más en señalarse los defectos mutuamente y pelear la paternidad de Lily. Mientras tanto aparecen otros personajes que cambian este modo de pensar, como Judith, la posadera que pasa de víctima a heroína, los magos, e incluso los nazis que no caen en el cliché típico.

En su corta extensión, la historia da unos giros de tuerca bastante interesantes, algunos lamentablemente caen en el cliché y lo evidente, pero manejado con mucha elegancia. Otros sí son muy efectivos, que no solo nos hacen replantearnos todo lo que Trillo nos había hecho creer, y dan razón de ser a los primeros, sino que además, va encaminado a una fusión de géneros. El Thriller policial se enriquece con elementos del realismo mágico que tan bien supo dominar en “Cosecha verde”, que también fue dibujada por Mandrafina.

En materia dibujo, el trabajo es impecable. Mandrafina, conocido por obras como “Savarese”, o “Mort”, sabe moverse en los medios urbanos, sobre todo bares y calles turbias. Las reminiscencias a películas Noir clásicas se hacen evidentes, y le dan mucha fuerza a su dibujo, que ha evolucionado, sobre todo a la hora de pintar y elegir colores con los años.  


                                   

Entre giros, conspiraciones, magos y la magia que hacía único al guionista, la historia cierra en un final muy abierto, que en realidad prometía la longevidad de la serie. El vacío dejado por Trillo se deja notar mucho más y nos hace reflexionar en lo genial que fue este guionista. 

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