martes, 29 de abril de 2014

Teatro Manga 1 - Akira Toriyama



A finales de los 70s,  Akira Toriyama se había presentado en un concurso amateur de la revista Jump, no ganó pero el editor Kazuhiko Torishima vio potencial y lo animó a seguir practicando hasta que consiguiera el nivel necesario para publicar. Su  debut fue un manga corto de humor absurdo, Wonder Island, recopilado en este tomo con otras historias. No tuvo éxito pero fue la puerta de entrada que  Toriyama supo utilizar para ingresar al mundo del manga.

Siempre que puedo, trato de conseguir recopilaciones de las primeras obras de autores que me gustan. Es interesante ver el talento inicial en bruto, analizar el potencial que tenían y en parte, conocerlos mejor. En los tres tomos de Teatro Manga se nota algo raro, Akira Toriyama es una fuerza creadora enorme que supo expresarse desde sus inicios a tal punto de que uno se queda con ganas de que haya convertido esas historias cortas en series. Su evolución se nota en técnicas de dibujo y la forma en la que comienza a estructurar de forma más ordenada ese aluvión de ideas. Las historias del primer tomo se publicaron en Shōnen Jump entre 1978 y 1983. Aquí se nota cómo va evolucionando de un humor muy absurdo dentro de lo fantástico a aventuras con secuencias de acción muy logradas.
                                                              



Wonder Island desborda originalidad por todos lados, aquí se ve uno de los elementos más característicos del autor, que es la forma en la que logra un mundo fantástico coherente con una 
facilidad enorme. La historia en si es bastante simple,  Furusu es un piloto Kamikaze con apariencia de ave, que estrelló su avión en el pacífico y terminó en Wonder Island hace 35 años e intenta regresar a Japón.  Esto da pie a una seguidilla de Gags de tono absurdo, donde la gracia es ver la manera en la que Furusu la pasa mal. 

La continuación de Wonder Island está llena de referencias a la cultura de entretenimiento japonesa, y rompe por primera vez la cuarta barrera. Sus personajes comienzan jugando a Godzilla contra Ultraman cuando se enteran que comenzó la historia. De nuevo juega con el absurdo, haciendo sufrir al protagonista, esta vez una parodia de Harry el sucio. Los chistes son mucho más graciosos pero hay cierto descontrol a nivel argumental, y se siente que los personajes son como niños jugando.

                                                                      




En Tomato, le tocó hacer un manga con una chica protagonista. Se burla del policial clásico, siguiendo la línea típica del género. Esto lo obliga a ordenar mejor los gags dónde explota al máximo la personalidad excéntrica de Tomato y termina siendo muy efectiva. Gracias al éxito que tiene, se anima a lanzar Dr. 
Slump, con lo que comienza su popularidad. 

A principios de los 80s, Toriyama es uno de los diez seleccionados del premio de los lectores, donde tienen que dibujar historias de 45 páginas cada uno. En Pola & Roid se vuelca por completo a un género en el que se siente cómodo diseñando robots, naves, personajes y vestuario: La ciencia ficción. En esta historia parodia la lucha de dos héroes atípicos contra un imperio galáctico.
El salto a más páginas le viene muy bien, introduce y desarrolla mejor a los personajes. Las secuencias de acción están mucho más logradas y los gags tienen más tiempo para respirar.  El último es sublime.
En Mad Matic hay una mejora notable en la calidad gráfica gracias al ayudante de Toriyama. Hay secuencias que tienen una fuerza enorme y un muy buen nivel de detalle.
 La historia comienza con un pueblo que construye una heladera gigante para atrapar al dragón que vivía sembrando el pánico en la población. Los años pasan y los sobrevivientes saben que tienen que cuidar de que no se abra, a pesar de no tener idea de que hay adentro. Gracias a esto, le da un giro muy original y divertido a las historias de un imperio galáctico contra los héroes imprevistos.

                                                         

El tomo cierra con Chobit, la historia que más potencial tenía para convertirse en serie. Pisatrigo Montaña (Sí, así se llama) es un policía de campo bastante inútil que no puede resolver ningún caso. En una patrulla
 con sus hermanos, se da con un ovni con forma de pava en el que viajaba Chobit, una extraterrestre diminuta. Aquí logra una sensación de serie costumbrista con tintes fantásticos, con mucho potencial para seguir. Las dos historias son muy divertidas y dejan con ganas de más. 

Las historias del primer tomo de teatro manga son originales y divertidas. Desde ese entonces la imaginación de Toriyama era capaz de crear un universo propio con mundos y personajes únicos. No esperen peleas interminables como en Dragon Ball Z, en esta etapa lo que le interesaba eran las seguidillas de gags y las aventuras. Se van a entretener leyendo este tomo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario