martes, 23 de septiembre de 2014

Gotham - Piloto




Las perlas rebotan en el suelo antes de que el matrimonio Wayne muera. Su sangre se mezcla con algunas de las perlas del collar de Martha Wayne. Es casi como un ritual que termina cuando Bruce aulla por el dolor. Su grito es como el de un murciélago. Gotham es un lugar peligroso, pero no tan podrido como nos hicieron creer. Al menos esto es lo que vemos desde la perspectiva de un joven James Gordon (Ben McKenzie). 


A grandes rasgos, la serie se asemeja mucho al comic Gotham Central, incluso parece que cumple esa promesa de adaptarla que se hizo hace años. Entonce Nolan no había dejado su impronta en la franquicia. Desde el vamos, la influencia de la última trilogía es patente en cuanto a la búsqueda del lado más verosímil de los personajes y un entorno mucho más realista. El guionista Buno Heller hizo las tareas. Se nota que conoce el cómic y el ambiente en el que se mueven los personaes. Los saca de la faceta a la que estamos acostumbrados y los pone en lugares que tienen mucha lógica y funcionan muy bien. En Gotham todavía son personas sin alter egos.  La mayoría, incluso Selina Kyle (Camren Bicondova – que se parece mucho a Michelle Pfeiffer) aparecen en cameos como víctimas de esa ciudad. Hay algo en ellos que espera el nacimiento de Batman para poder pasar la línea de lo creíble y la de la cordura. Tal vez los cambios más notables sean los de Alfred Pennyworth (Sean Pertwee) que se asemeja más a su personificación actualizada en Batman Year one. Es un hombre duro, recto que no tiene el encanto del caballero inglés. Más notable aún es el de Oswald Cobblepot (,Robin Taylor) aquí es más siniestro que patético y luce todo el tiempo su personalidad manipuladora.

Gordon y Bullock (Donal Logue) cumplen los roles de policía bueno - policía malo que sabe moverse en esa ciudad, incluso rompiendo la ley si es necesario. La faceta moral de Gordon es interesante, sin embargo chocan un poco ese idealismo por hacer las cosas bien con mucha ética y por supuesto, el  talento policial. Los otros policías que aparecieron fueron Allen (Andrew Stewart-Jones) y Montoya (   Victoria Cartagena)   bastante desfasados temporalmente con respecto al cómic, pero andan muy bien en la serie como antagonistas dentro del mismo cuerpo de policía.

La historia del piloto de Gotham no sorprende, es una serie policial que utiliza los lugares comunes del género, incluso el giro del medio del capítulo es un poco cliché. Es interesante como va introduciendo la mitología de Batman en la serie y el trabajo de personajes. Sin embargo eso no es suficiente para que sea una gran serie, ni que explote el material que tienen en esta franquicia, sobre todo Gotham central. 
Hay que ver cómo sigue.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Día de la historieta - Un análisis histórico





A las historietas solamente se las conseguía en kioscos de revistas. Ha cambiado mucho desde esos tiempos, incluso más si nos ponemos a pensar que el primer número de Hora cero aparecía un 4 de Septiembre sin timidez. Fue un poco antes de que los rusos lanzaran el primer satélite artificial, Sputnik 1. El país pasaba por la dictadura de Aramburu y  una de las tantas reformas de la constitución.  Hacían falta personajes que cambien el gusto del día a día. Que semana a semana pudiesen dar esas historias que hicieran despertar algo más que emociones. Las historietas de Oesterheld lograron más, que los lectores crezcan y piensen. Eran obras hechas con pasión y ganas de superarse constantemente.  El Eternauta, Ernie Pike y tantos otros aparecieron en el momento justo y Oesterheld terminó de hacerse su lugar en la historia. No por nada, el 4 de Septiembre se terminó convirtiendo en el día nacional de la historieta. 

La cultura de lectura de historietas se fue introduciendo cada vez más en el nicho social de los argentinos. Durante décadas las viñetas supieron mantener un lugar entre el cine y la televisión que tomaba cada vez más peso. Lamentablemente no fue acompañada con una cultura de coleccionismo, tal vez por las crisis económicas y sobre todo, ese formato con varias historietas inconclusas que duraban meses o incluso años hasta llegar a su final. Por entonces los tomos recopilatorios eran algo muy raro y el destino de esas revistas distaba de ser el mejor, incluso cuando Oesteheld insistía en que las guarden porque iban a ser piezas de colección.  Los álbumes de oro y ediciones especiales de Paturizito que fue una suerte de precursor de la hora cero tampoco eran vistos como objetos de colección.

 Editorial Frontera (en donde se publicaba hora cero) no fue la única. Otras editoriales supieron compartir  ese estandarte de calidad que incluso hoy se aplaude.  De la conservadora Columba y sus estandartes El Tony y   D´artagnan comenzó a surgir un imperio del cómic nacional y su otra era dorada. Su guionista estrella, Robin Wood, surgieron otros hitos como ese Martín Fierro sumerio, Nippur de Lagash, Mi novia y yo, Wolf, Jackroe entre otros.   Hubo otros guionistas además de Robin que también escribieron clásicos para la editorial como Gustavo Amézaga (Manuel Morini)  y Ray Collins (Eugenio Juan Zappietro).  Record apareció en los setentas con Skorpio. Se animaron no solamente a los desnudos. Habían historietas que se jugaban en cuanto al contenido social e ideológico. Se lucieron autores como Carlos Trillo, Ricardo Barreiro, Ray Collins, Alberto Brescia y su hijo, Enrique, Juan Zanotto y tantos otros.  Record supo apuntar a una mejor calidad en sus ediciones y si fomentó el coleccionismo. No pasó demasiado tiempo hasta que aparecieran obras clásicas recopiladas en tapa dura, o que insistieran en cuidar las revistas cuando sacaron las tapas duras para recopilar los primeros números.  Esa visión madura y de buscar un respeto de la historieta como medio creció aún más cuando el señor Juan Sasturaín comenzó a editar la revista Fierro en los ochentas en una editorial bastante particular, Urraca.  Allí surgieron algunas revistas políticamente incorrectas que supieron plantarse en la época de la dictadura y dar su visión de la época, Péndulo y sobre todo el dúo Humor- Superhumor. Si Columba había sido un lugar donde germinaban grandes personajes y Record una editorial que apuntaba a la calidad antes que la calidad, Fierro supuso la consagración de la historieta como medio artístico. Esa tradición que tenía la editorial de lo políticamente incorrecto fue visto como la posibilidad de romper esquemas en el plano artístico y buscar siempre ir más allá en cuanto a lo expresivo y a la calidad.  Los autores se daban rienda suelta en obras como Perramus, que denunció la última dictadura con una dureza poética pocas veces vista. El Sueñero fue un delirio de aventuras antes de volverse peronista, aunque también hubo otras obras más serias como Evaristo, basada en la vida del  Comisario Meneses. Parque Chas, tal vez la obra más ambiciosa de Barreiro y tantas otras.

A la larga las editoriales cierran. A Record le tocó en los noventa, Columba una década después. Desde entonces vivimos un nuevo paradigma en cuanto a ediciones. Por un lado están los fanzines que van desde obras insufribles (me arriesgo a decir el 70%) y otros que sorprenden por su calidad al punto de que rogamos tenerlos en buenas ediciones con los que esas obras se luzcan. Un poco mejores son las ediciones independientes. Por lo general aquí encontramos a autores que saben que están ofreciendo algo con una calidad que está por encima de la media y deciden arriesgarse a invertir en ediciones más que interesantes. De esto surgieron algunos autores como Dante Agrimbau,  Max Aguirre y la gente de La productora. Finalmente están esas editoriales que se dedican a reeditar material clásico o inédito en ediciones un tanto más caras. A veces apuestan a nuevos autores que ya tienen su grado de consagración. Siempre publican obras completas o recopilaciones.

A pesar de que los tiempos y las formas de lectura han cambiado, la cultura de lectura de historietas en el país sigue vigente. Es cierto, los nuevos autores no tienen las facilidades de otros tiempos, pero hay medios como internet que les permiten acercarse a los lectores y a la larga (si tienen el talento suficiente) encontrarse con sus ediciones en papel.  La historieta argentina supo sobrevivir a varias crisis, hoy está en una fase relativamente estable, sin embargo no tiene muchas posibilidades de crecer lo necesario para volver a esas épocas doradas.     

lunes, 1 de septiembre de 2014

Trelew - La fuga que fue masacre




El documental de Mariana Arruti no trata solamente sobre la historia de una fuga. La directora nos deja claro que para ella la masacre de Trelew fue el preludio de lo que pasaría en la última dictadura militar Argentina.



Lo verdaderamente interesante de este documental es no caer de lleno en la demanda socio-política y dar una visión más integra de la mano de los protagonistas.  En cierta medida, la directora buscó revivir la historia de la fuga embebida por esos ideales políticos por los que gran parte de la juventud luchaba en esos años. Hay muy pocos registros audiovisuales de lo que pasó, por ende, debe recurrir a testimonios para que las distintas voces nos narren la historia. Sorprende los distintos climas que van logrando y la forma en la que nos sumergen de lleno en los hechos.  Las voces de los habitantes de Trelew son acordes a las imágenes de un pueblo cuya calma se rompe con llegada de los presos políticos. Las voces de los sobrevivientes le dan una fuerza distinta. A pesar de todo, aún recuerdan el plan de fuga como una aventura que terminó saliendo mal. Cuando uno de los sobrevivientes se vale de un croquis para contarnos la forma en la que planearon todo, se genera esa tensión de toda historia de fuga. No importa si compartimos o no las ideas políticas, la astucia y la sed de libertad son algo que atrae en todo relato y a pesar de que sabemos lo que terminó sucediendo, deseamos que salgan bien las cosas.

El idealismo juvenil y el sueño de libertad se rompen cuando el plan falla. Las voces de los sobrevivientes se cargan de frustración y sobre todo, miedo.  Es aquí donde comienza la denuncia política y los opresores se convierten sutilmente en el lado monstruoso de la humanidad. Se convierten en el preludio de la última dictadura militar. Es inevitable que la balanza ideológica pese demasiado. Faltan los testimonios de policías, militares, autoridades de la prisión o políticos de aquel tiempo. En el documental aclaran que no quisieron dar testimonio, sin embargo parte de la labor periodística es encontrar esas voces que son necesarias para terminar de configurar un reportaje, para que el producto final sea lo más profesional posible y no peque de estar cargado de subjetivismo.

En líneas generales es un documental logrado al que se disfruta verlo. Logra revivir las emociones de la fuga, desde la llegada de los presos hasta el fusilamiento. El problema está en que al haber falta de voces, termina dejando la sensación de ser algo que quedó incompleto.

martes, 12 de agosto de 2014

Robot & Frank


La ciencia ficción que impacta de verdad, no es la funcional a los efectos especiales. Basta con que nos muestre algo que puede suceder, para que nos llegue de verdad.


La vejez ha comenzado a afectar la memoria de Frank (Frank Langella) un ex ladrón de joyas solitario y un tanto huraño, que parece estar interesado solamente en los libros, y la bibliotecaria Jennifer (Susan Sarandon) a la que se acerca a pasos de tortuga. A pesar de los años, Frank aún tiene el arte de robar en las venas, cosa que lo lleva a meterse en problemas con personas que resaltan su pasado ante cualquier robo. Esto termina preocupando a su hijo, Hunter (James Marsden)  que le regala, muy a su disgusto, un robot (Con voz de Peter Sarsgaard) para que se encargue no solamente de las actividades domésticas, sino además  de algunas tareas recreacionales, como hacer un jardín, para así enfrentar el problema de memoria de Frank.  Muy a su pesar, no sabe cómo alejarlo, cosa que otros personajes toman con mucha naturalidad, en especial Jennifer.

A pesar de la funcionalidad que tiene el robot, Frank descubre que no está programado para diferenciar entre actividades recreativas y las ilegales, después de todo, en la programación del robot está solamente tenerlo a Frank en actividad por su problema. Es aquí donde todo cambia, y la vida de Frank se centra en convertirlo al robot en su pupilo para dar un último golpe delictivo. Lamentablemente las cosas se complican cuando su hija Madison (Liv Tyler) no simpatizante de los robots se entera de esto y decide cuidar de su padre.

Es interesante la forma en la que Jake Schreier nos presenta un futuro cercano al nuestro en su primer largometraje. Aquí vemos una sociedad de transición, donde los androides han avanzado al punto de ser funcionales en la vida cotidiana, y de a poco  la ciencia va cambiando muchas de nuestras actividades. El guion de Christopher D. Ford se luce con estos aspectos, e incluso impresiona como especula sobre el futuro de las bibliotecas, y llevar la frivolidad postmoderna a un grado preocupante. Las relaciones humanas cambian gracias a la ciencia, y nos deshumanizan sin que lo notemos.

Uno de los grandes aciertos que tuvo el director, es el ritmo tranquilo y dinámico, donde se centra más en los aspectos intimistas que en la ciencia ficción en sí. La fotografía resalta la comunidad donde viven los personajes, y se mimetiza con muchos aspectos, como la soledad o el interés en algo perdido. Es muy interesante como la naturaleza aún tiene su peso, y cumple un rol importante.

 La película se centra en los problemas humanos, y es aquí donde se lucen  Langella y  Sarsgaard. Frank es un personaje complejo, terco y solitario. Langella logra captar ese dolor privado que lo ha llevado a elegir el modo de vida que tiene, sus preocupaciones e inquietudes.  La forma en la que evoluciona con la aparición del Robot, es impresionante. Sarsgaard logra algo extraño: La frialdad de las máquinas con un vestigio de lo que podríamos llamar alma. Es impasible en toda la película, después de todo es un robot, cosa que nos la deja muy en claro aunque nos encariñemos con el  personaje. La química que logran entre ambos hacen que la parte científica de la película termine siendo simbiótica a sus vidas, y nos centremos en lo que de verdad importa.

Hay algunos problemas, sobre todo en la construcción de personajes secundarios, que terminan siendo un tanto Clishés. La frivolidad que tienen algunas veces llega a molestar. El epílogo es bastante brusco, y deja algunos baches narrativos innecesarios.

El mayor logro de Robot & Frank es mostrarnos facetas interesantes de los seres humanos en una sociedad avanzada, donde hay una historia muy simple, entretenida, que nos introduce con mucha clase en ese entorno, y en algún momento se produce la magia. 

sábado, 12 de julio de 2014

Usemos nuestra cultura en el arte




A
lgo que he notado al ver las exposiciones de artistas locales, como ¨Epic Art¨ o ¨Tinta Nakuy ¨ es el exceso de influencias que llegan a copias en las obras que presentan. Algunas obras terminan siendo un ¨a ver que tan parecido somos a los artistas japoneses de moda que a lo que soy yo¨
Está bien, cuando comenzamos a dar los primeros pasos en el mundo del arte, es casi una obligación caer en clichés o lugares comunes. Las influencias se dejan leer mucho más que de costumbre, e inclusive, muchas veces llegan a ser pequeñas sucesiones de plagio como dije.
En la historieta, esto se hace mucho más evidente. Los dibujos parecen fotocopias de algún artista o estilo de moda extranjero. Y en los guiones es muy típico encontrar protagonistas que tengan nombres como Kenishi Ikkaru o Blackrainbow, con sus kimonos, katanas, grandes mansiones y una gran lista de etcéteras. Una pena. Olvidamos algo muy importante: Nuestra cultura. 

El gran error que he visto repetirse mucho, es el de darle mayor importancia a esa cultura extranjera y a lo  ¨ exótico ¨ más que a la historia en sí, y a su vez, no deja desarrollarse mucho a los personajes, que casi siempre son híper-cool y no les cuesta demasiado cumplir su objetivo, en ese marco tan limitado y muchísimas veces se olvidan de lo fundamental: La historieta es un medio dinámico que sirve para divertir. Sufrir para sortear la adversidad.  ¡Encima la libertad que da el dibujo nos ahora millones tanto en efectos como en locaciones!
Muchos a esta altura seguro van a estar buscando tomates en la heladera para jugar a San Fermín conmigo. ¡Piensen un momento! Parece muy difícil hacer interesante una historia, o peor, dibujar algo con lo nuestro. De hecho, casi es una tortura. Hay muchísimos elementos para aprovechar, y sobre todo, el conocer el terreno sobre el que van a jugar. Lo que vivimos día a día en nuestra sociedad es una fuente inagotable de historias. Los noticieros siempre brindan algo que puede ser explotado. El caminar por las calles, ver como se mueve todo el mundo, los horarios pico, las horas de relax, también ayuda mucho.  Queramos o no, ese es nuestro hábitat, y ahí es donde está nuestra esencia. Es de ese entorno de donde va a salir lo que haga las obras únicas. Parece difícil, pero ustedes quieren ser buenos artistas ¿No? Así pensé. Quemen unas cuantas neuronas, porque se puede hacer interesante hasta el verdulero de la vuelta de casa.  Algo  que seguro habrán escuchado mucho, y lo resalta una autora ganadora del nobel, Nadine Gordimer ¨ Un artista refleja de una u otra manera su propio tiempo y entorno ¨
Los personajes van a tener mucho más de ustedes, y por ende, van a ser mucho más complejos y van a interactuar mejor con el entorno. El héroe va a cambiar radicalmente, pasando de ser un tipo que las tiene todas fáciles, a una persona de carne y hueso que va a tener que pelearla en serio. Siempre va a ir creciendo y superándose de acuerdo a lo que tenga que enfrentar. Sean enemigos, o el propio entorno hostil. Donde mejor podemos apreciar esto es en Dragon Ball y Saint Seiya. Latinos y nuestros, Juan Salvo (El Eternauta) Dago, Nippur de Lagash, Blacksad, Las chicas de Gullem March (Amé su obra Laura!)

Siempre va a haber un punto de inflexión que va a marcar un antes y un después, y los convertirá en héroes. Por ejemplo: Nuestro amigo el verdulero se ha metido como agente encubierto en la mafia local. La policía lo usa, y la mafia piensa en el como carne de cañón. Lo único que quiere es llegar hasta el cacilla de la gente que hizo caer a su hijo, que está a internado muy grave y redimirlo sin caer en la venganza. Difiere de: Ikkari kimota que busca venganza de Mattosai. Luchan una batalla épica con Katanas, y Mattosai muere al final ante los ojos de esa joven que ha vuelto a amar a Ikkari.   Mucho más interesante lo primero ¿No?
Un gran estudioso del cómic, Juan Sasturaín, dijo una vez ¨ Es increíble que en países donde vivieron aventureros, hoy no haya escritores de aventuras ¨

La aventura moderna, de la línea de Oesterheld, Robin Wood, o inclusive Carlos trillo, convierte a las personas comunes en héroes al someterlos a presiones externas enormes, o contra un entorno hostil que rompe su vida cotidiana. Es aquí donde se ve la astucia, la lucha que hace  crecer al personaje, y por supuesto, al autor. Esa ley de no hacer feliz al personaje hasta el final, siempre sirve. Los personajes que tienen todo en contra son siempre mucho más interesantes. Por algo Batman tiene más admiradores que Superman. O 
Kenzo Tenma vs Naruto.
A los dibujantes les toca bastante interesante también. Van a tener que sentarse a ver la gente, dibujar locaciones e investigar. Altuna retrató Buenos Aires en el loco Chavéz.

Solano López hizo un recorrido histórico con el primer Eternauta, Condorito nos da una imagen única de Chile, Mortadelo y Filemón con España, y en Fantomas retratan como nadie a México.
Es hora de darle eso único a sus obras.

lunes, 7 de julio de 2014

Star Trek: Deuda de honor - Chris Claremont & Adam Hughes



La culpa la tuvo Chris Claremont. En los primeros años de la carrera de Kirk, la flota no estaba preparada para enfrentarse a unos seres parecidos al nido. No es raro que el patriarca mutante cargue consigo una que otra plaga de las páginas de X-men y se terminen infiltrando en universos de otras franquicias, como el de Star Trek.

Los X-men son como una maldición en la carrera de Claremont. Su primera etapa es uno de los grandes
clásicos del cómic americano, y sin dudas ha sabido convertir a un cómic en una franquicia. Por más que escriba otras cosas fuera de este universo, siempre queda esa sensación de que leemos X-men. Cuando se publicó “Star Trek: Deuda de honor” en los 90s, nos sorprendió a todos porque logró algo que se sentía más Star trek  que aquello que dirigió nada más y nada menos que por el señor Shatner. En esta novela gráfica, que está ambientada un poco después de la cuarta película, Claremont tomó como eje central de la historia los ataques de unos seres desconocidos que siempre ponen en jaque a los personajes cuando atacan sus naves. Las sagas del espacio y este tipo de enfrentamientos son algo a lo que nos tiene acostumbrados el autor. Se siente cómodo construyendo esas atmósferas claustrofóbicas y desesperantes de las que los protagonistas apenas logran escapar sin entender del todo que fue lo que los atacó. En parte, recuerdan a esos episodios de X-men ilustrados por Dave Cockrum en los que se enfrentaban al nido, pero se aleja de su maldición gracias a su sapiencia de Star Trek, el conocimiento de los personajes y la capacidad de caracterización que tiene.  Lo verdaderamente interesante, es que estos encuentros se dan a lo largo del tiempo y se relacionan mucho con la historia tanto de la serie original, como de las primeras películas. Claremont es muy hábil a la hora de tomar hilos tanto de tramas, e incluso personajes, para ir construyendo un entramado de lo más interesante y logra algo que necesitaba la era de Kirk y Spock: Una historia en donde se sienta una conexión, así se convierta en una saga y no aventuras sueltas. Hay mucha complicidad entre la tripulación del Enterprise y se nota que han pasado años juntos. La química entre el gran trío es impecable, Bones McCoy logró refinar su sarcasmo, Spock mas sabio y Kirk aparentemente sienta cabeza.  La lealtad y la amistad que existe entre ellos y otros que conocimos tanto en la serie, como en las películas, brilla cuando van descubriendo más de esos seres a los que enfrentó Kirk.  En esas batallas, siempre tuvo una aliada inesperada, la vulcana T’Cel. Ella se termina convirtiendo en un reflejo femenino de Kirk. No por nada le da ese toque de amor trágico que termina de darle los matices que la historia necesita. Con tantos personajes hay muchos diálogos. Son interesantes y muy profundos a veces, sin dejar de ser divertidos. Como es costumbre en el autor, demasiado extensos. Hablan tanto que a veces se vuelve pesada la lectura y uno se encariña de los seres porque no hablan.


Si a Claremont le tocó un trabajo importante para caracterizar a los personajes, Adam Hughes tuvo que hacer el doble a la hora de documentarse. Hay tantas referencias a escenas específicas, que corría el
riesgo de quedar en ilustraciones estáticas que las imiten. Juega siempre con el dramatismo que tienen para darles mucha fuerza y la elegancia que tiene su estilo. Las expresiones y gesticulaciones son impecables. Sorprende incluso que a secundarios que no vimos desde la serie original, les haya dado las facciones que tendrían por el paso de los años, la más notable en esto es Jame Finney, también muy bien caracterizada. Incluso consigue reflejar de manera sutil la sobre actuación de Shatner cuando personifica a Kirk y esa dulzura que a veces dejaba escapar Spock mayor. Le falta espectacularidad en las batallas de naves, pero eso no es problema, porque la mayor parte de la historia pasa dentro de ellas.


Cuando autores que son fanáticos de una franquicia ponen pasión, muestran  la riqueza  de historias y personajes que hay en Star Trek. Deuda de honor es una de esas novelas gráficas a las que terminamos imaginando inevitablemente como la gran película que no fue. Es una gran historia que tiene algunas fallas típicas de Claremont. El dibujo de Adam Hughes tiene la fuerza  y la dinámica elegante que nos recuerda que es un cómic. Un excelente cómic. 

sábado, 5 de julio de 2014

Anvil: The Story of Anvil



En el apogeo del metal durante la década de los ochentas, muchas bandas logron el salto a la fama gracias a festivales como el famoso Super Rock Festival.  También se convertían en leyendas exepto la banda canadiense Anvil, que se quedó inmóvil como un yunque (anvil en inglés) casi toda su carrera.  Su momento máximo de gloria, fue en ese festival, y luego pasaron al ostracismo. Es raro, teniendo en cuenta que fueron precursores del Trash metal, influenciando a bandas como Slayers o Anthrax. Incluso ayudaron a la formación de su identidad. Prácticamente fueron una banda para músicos en un momento y lugar inadecuados.




Con este punto de partida, lo lógico sería pensar de qué hablamos de un documental centrado en responder la incógnita de por qué jamás lograron el salto a la fama, y hacer un análisis musical. Seamos sinceros, un documental de esa índole no habría tenido el éxito de esta cinta de  Sacha Gervasi, director de Hitchcok, donde lo humano y emotivo son el pilar principal.  Steve "Lips" Kudlow  y Robb Reiner, fundadores de la banda aún siguen tocando y luchando por concretar ese sueño que cada vez les es más lejano. Sus vidas distan de lo que uno podría esperar del glamour de un rockero.  Lips trabaja en una empresa de cattering para niños, y Reiner aparece haciendo trabajos en la construcción. Son trabajadores y hombres de familia de los suburbios con look de rockeros. Encuentran su hábitat natural a la hora de tocar en pubs, o bares locales. Conciertos chicos, no más de cien personas. Hay una parte dedicada a una gira que realizan por Europa, llena de dolores de cabeza, donde la manager parece un peso más. Las frustraciones se hacen palpables, a tal punto en el que hay un golpe de realidad donde Lipps cuenta que esa gira fueron sus vacaciones laborales. A pesar de todo, lo viven casi como un escape, o un deguste de lo que podría haber sido.

Sacha Gervasi logra ponernos en la piel de la banda, o más bien del dúo Reiner – Lips al sumergirse de manera muy intimista en sus vidas. La fuerza de este documental se da en la forma en la que logra una confianza tal, que en un determinado punto parece que se olvidan de la presencia de las cámaras.  Esto es muy importante sobre todo cuando tenemos en cuenta la personal muy emocional de Lips, que se complementa con el casi estoico Reiner. Esto le da un cierto protagonismo al primero, que sirve como eje conductor en la historia. En él es donde el deseo de triunfar se nota más, y arde. Las presiones de los altibajos en la gira parecen caer sobre sus hombros, y hay momentos en los que estalla. Otros son muy emotivos, incluso un tanto íntimos.  Es evidente que hay mucho material crudo, lo que le permite al director el lujo de brindarnos algunas escenas muy ricas en el aspecto humano.


Otro gran acierto está a nivel edición. El documental está estructurado de tal manera que se logran grandes momentos de tensión y una especie de línea argumental, llena de altibajos, donde hay incluso un clímax, y llegamos a rogar que salgan las cosas bien. Lo que logra, es mostrarnos una historia de vida, íntima y poderosa que respeta los cánones narrativos, haciendo que en ningún momento la cinta sea tediosa. Incluso hay una suerte de ciclo que se cumple entre el principio y el final.   Esto es posible gracias a un trabajo documental bastante intenso y de varios meses de duración, donde se nota que estuvieron casi al acecho de momentos como el concierto del final. El resultado final se nota.

Es raro encontrar un documental de esta calidad y con tanta carga humana. Es muy probable que al terminar de verlo terminen cantando ¨Metal on metal¨, y si están con amigos, acompañado con un pogo en honor a estos soñadores.
 


martes, 1 de julio de 2014

Rock And Rule




A principios de los ochentas, la productora de animación canadiense Nelvana rechazó la oportunidad de trabajar en uno de los hitos de los films animados para adultos, Heavy metal. Apostaron todo en su primer largometraje (Que a su vez fue la primera película animada canadiense en inglés)  Rock And Rule.


En los cinco años que duró el proyecto, la idea mutó de una película para niños, a una reinterpretación más arriesgada del especial de Tv musical The Devil and Daniel Mouse, con una banda sonora realmente importante y muchos conceptos que en teoría revolucionarían el mundo de la animación a nivel argumental.  Lamentablemente este contenido más adulto y jugado, terminó jugando en contra, generando controversias por la naturalidad en la que se trataban temas como la sexualidad, las drogas, e incluso el satanismo.  La compañía encargada de la distribución, MgM no se sentía cómoda con esto, por lo que optó por darle una salida muy limitada.  A pesar de esto, los canales Hbo y Showtime la pasaban en horarios nocturnos, y se conseguían copias en convenciones de cómics. Gracias a esto, logró convertirse en una película de culto. 

Después de la desaparición de la humanidad en alguna guerra, le ha tocado el turno de evolucionar a perros, gatos y ratones sin diferenciarse demasiado de los humanos y su forma de organización social. En este mundo post-apocalíptico la banda de Omar (Un rebelde agresivo con corazón) y Angel (Una blonda con actitud), sueñan con convertirse en estrellas de rock. En una de esas vueltas del destino, una gran estrella, que ha comenzado su caída en desgracia, Mok (Una parodia visual de Mick Jagger) llega casi de incógnito al bar donde están tocando. Necesita una voz muy especial que le sirva para completar un hechizo de invocación demoníaca, y usarlo en uno de sus shows.  Cuando Angel canta, Mok se da con que ella es la voz, y le ofrece fama. Angel acepta, pero cuando se da cuenta de las cosas, es demasiado tarde. Los celos de Omar saltan a flote, pero huele que hay algo escondido, y tiene que ir con su banda a salvarla, dejando su bronca y celos de lado.

La historia va más allá de la lucha del bien contra el mal, o una reinterpretación de Fausto. La apuesta innovadora está en mostrar personajes muy reales que se muevan en los ambientes de la música.  Estos personajes rompen el cliché del héroe que salva  a la dama en peligro. Omar es impulsivo, comete errores y madura a la fuerza. Angel es capaz de valerse por sí sola, y es mucho más cerebral que Omar. El gran personaje es Mok, un artista amoral, manipulador, que es capaz de todo con tal de seguir en la cima.  Es interesante la naturalidad con la que tratan la sexualidad, e incluso las drogas con Mok. Hay una visión muy madura, donde esos temas no necesitan el grito moral. Simplemente están. Dentro de la historia hay algunos gags bastante infantiles que hacen bastante ruido, e incluso molestan. 

La animación es excelente y se notan realmente los ocho millones de la época que invirtieron y sobrevive al paso de los años sin problemas. Los personajes son complejos a nivel visual, sin estar sobrecargados, o perder en ningún momento un dinamismo profesional al estilo Disney, la diferencia está en que estos son más adultos y creíbles. Angel es sensual, Omar destila la energía del rock, y Mok tiene clase dentro de su decadencia. El resto de los personajes es un repertorio de seres reales: Feos, gordos, viejos, etc.

 Si bien el concepto post-apocalíptico no es funcional a la historia, se ve mucho en la composición del modo de vida rutinario, y sobre todo los fondos, que realmente son impecables, y están tan bien cuidados que nos transportan a ese universo sin problemas. A nivel compositivo, dejan ver una influencia de grandes artistas del cómic, en especial Moebius.  

Los efectos de computadora, que en esa época estaban en pañales, se compenetran sin problemas. Parecen arreglos de neón tridimensionales. Se nota que los animadores eran muy conscientes de las limitaciones, pero supieron usarlas.

El gran problema, y lo que evitó que Rock And Rule llegue al éxito, está en que no se define del todo para que público está orientada. Es posible que en su ambición, Nelvana haya apostado a un público masivo. Es una lástima, porque hay mucho desaprovechado: Los personajes, en especial los secundarios podrían haberse profundizado más. La visión adulta podría haberse explotado más, y el mundo post-apocalíptico daba para algo más que esos fondos maravillosos.

Aun así, Rock and Rule es una gran película que podría haber marcado un hito.  Publicado originalmente en http://locoxelcine.com/joyitas-escondidas/rock-and-rule-el-hito-que-no-fue/ - Sí, el artículo es mío. 

domingo, 22 de junio de 2014

3 Idiots



Al leer un título como ¨3 Idiotas¨ título de una película Bollywoodiense, lo primero que se nos viene a la cabeza, es algo como ¨tonto, re tonto y  todavía más tonto¨, versión india. Esta comedia de  Rajkumar Hirani, se aleja del concepto, al mostrarnos la historia de dos amigos, Farhan Qureshi (Madhavan), y  Raju Rastogi (Sharman Joshi) que buscan a quien fue su guía en la vida universitaria en ingeniera, un genio bastante especial, llamado Rancho (Aamir Khan). Pia (Kareena Kapoor) da la nota romántica necesaria. Las figuras antagónicas están dadas por  Chatur 'Silencer' Ramalingam, el infaltable chupamedias (Omi Vaidya), y el director de la facultad Viru Sahastrabudhhe (Boman Irani), que termina siendo el personaje más complejo.



La magia de esta película , radica en comienza como una novela picaresca, muy fresca y dinámica, con la inevitable incursión Bollywoodiana del elemento musical, donde vamos sumergiéndonos de poco en el mundo universitario, y adentrando en la psique de cada uno de los protagonistas y sus motivaciones. Hay momentos que nos hacen soltar grandes carcajadas, como cuando conocen a Pia, o  cuando Chatur pronuncia su discurso alterado ante un auditorio lleno, donde no faltan autoridades académicas.

 Cada personaje representa un sector social, y una forma de encarar la ingeniería, profesión que da un status que importa muchísimo a los padres de los protagonistas. Raju es el personaje pobre, al que lo guía el sueño de que su padre lo vea convertido en ingeniero; Farhan, es de clase media, y tiene el conflicto de seguir la carrera por presión de su padre, cuando en realidad lo que lo apasiona es la fotografía.  Rancho, el personaje central, es un de clase alta, y da la impresión de que su forma tan liviana de enfrentar la vida, se debe a este status social. De a poco, se termina ganando nuestro cariño, y el de sus dos amigos con sus ocurrencias y su filosofía de vida.

 Una vez que nos hemos reído, se van se van introduciendo de a poco elementos dramáticos muy intensos, donde todos los personajes son puestos al límite, para que acepten quienes son, y cual es su lugar en el mundo, gran conflicto del film. En las casi tres horas que dura la película, se trata el drama de cada personaje, incluso el de Viru en el climax, donde incluso esta figura antagónica, da un giro sorprendente y emotivo.  Hay momentos que dejan con la piel de gallina, como el suicidio de un estudiante por la presión a la que están sometidos por Viru, y sus sobre exigencias.
La resolución de estos conflictos conmueve por la sensibilidad, dulzura, e incluso humor con la que se los tratan. Es imposible no ponernos en la piel de estos personajes, y preocuparnos por ellos, y desde el lugar de espectadores, rogar que las cosas salgan bien. Insultar por las injusticias a las que son sometidos, reírnos, es decir, pasamos en tres horas por un espectro emocional muy rico.

Al ser de Bollywood, lo que no faltan son los segmentos musicales, un par de canciones están muy logradas, y el paso a modo videoclip no hace ruido. En otras, si molesta, y hasta se terminan haciendo pesadas, tal vez esta sea la única falla de la película.

En definitiva, una cinta a la que vale la pena en todo sentido, y nos hará reflexionar sobre como encarar la vida.  Es una película compleja que dura aproximadamente tres horas, pero no se nota por la dinámica que tiene, y por la magia de los personajes. Es más, dan ganas de volver a verla.

Publicada originalmente en - http://locoxelcine.com/joyitas-escondidas/retro-review-tres-idiotas/ - Sí, el artículo es de mío. Soy Miguel Sebastian! 

sábado, 21 de junio de 2014

Los combates cotidianos - Integral - Manu Larcenet




Cuando comencé a leer esta serie, no me esperaba darme con un cómic tan profundo. Las primeras
páginas son livianas, y la forma en la que nos presentan a los personajes es un tanto irónica. Hay algo que comienza a aparecer de a poco. Desde que Marco, un ex fotógrafo de guerra busca alejarse de todo, incluso su trabajo, en las montañas; su verdadera personalidad comienza a aflorar. No lo vemos en las sesiones con los psicólogos, sino en las pequeñas cosas que dan forma a la vida, es decir lo cotidiano. Esos momentos aparentemente simples en los que está con su familia, Émilie su novia o incluso, peleando, son los que realmente nos dejan ver su ser, y la riqueza de personajes que hay en este cómic. El trabajo en la psicología de todos es sorprendente, Marco con sus ataques de ansiedad y la carga de problemas con los que carga, no es el único que encierra sorpresas. Tampoco es el único que se comporta de maneras inesperadas, pero creíbles. Cada personaje es una vida que se cruza con la de Marco. Él va encontrando y aceptando de a  poco eso que necesita, a veces con golpes muy fuertes de por medio. Lo ayudan a avanzar por esos terrenos por donde ni pensaba transitar,  como comenzar una relación seria o explorar otros terrenos como fotógrafo. Es interesante que cada tanto aparezcan páginas en las que hay una introspección con monólogos por parte del protagonista en los que analiza lo que está pasando. A su vez sirven de corte entre secuencias, que le da mucha elegancia a los saltos temporales y a los cambios de temática que por ahí se ven. El contexto también tiene un trabajo brillante, después de todo, en la vida hay más cosas que la búsqueda de uno mismo, estamos inmersos en un ambiente social, político y cultural cargado de historia.
Cambia de forma que no siempre es agradable. Marco decide dar su aporte en esa lucha para que las cosas se den de una forma más o menos agradable para los personajes, lo que le termina dando una carga social y política un tanto más importante en el último tomo.


El dibujo sigue una línea aparentemente simple. Dentro de una línea que roza lo caricaturesco con trazos sucios, le da una dimensión muy interesante a la historia. Los personajes son muy expresivos en todo nivel. Logra expresar lo que sienten incluso con cosas tan simples como cuando miran al vacío, o la forma en la que miran una fotografía.  Cuando tiene que haber introspección, nos damos con cierta poesía gráfica, que no rompe demasiado la línea del cómic.  

Aunque no lo sepamos, esas piezas que van armando nuestro ser están más cerca de lo que pensamos. Si llegamos a perder alguna, está en nosotros volver a darle forma, llenando ese espacio. Es parte de crecer. No es algo fácil, Manu Larcenet lo deja en claro en las páginas de Los combates cotidianos con la búsqueda personal de Marco. Obras así se merecen un lugar destacado en nuestras bibliotecas.

viernes, 20 de junio de 2014

Como entrenar a tu dragón 2 - Dreamworks



No es agradable ser una oveja en Berk durante las carreras de dragones. No saben volar, pero se la pasan en el cielo desde que a los habitantes de esa isla se les ocurrió usarlas de pelota. El ambiente es festivo, las risas abundan, pero faltan Hipo (Hiccup) y Chimuello (Toothless). Están explorando el mundo, descubren nuevas tierras, hasta que se dan con una sorpresa desagradable, cazadores de dragones.



El director Dean DeBlois decidió hacer una apuesta muy grande con esta secuela. Una actitud bastante lógica si tenemos en cuenta la baja calidad que se vio en películas como Lluvia de hamburguesas 2. “Como entrenar a tu dragón” fue una película principalmente divertida, que servía para presentarnos la forma de vida en la isla de Berk y por supuesto a los personajes, entre los que se encuentran los dragones. Al final todo cambia cuando los aceptan como parte de su vida. No hay mucho más que explorar en Brek. Al ir más allá, en esta continuación, se encuentran primero con Valka, a quien creían muerta desde hace años. Ella les enseña un poco más sobre los dragones y su riqueza, pero también encierra una sorpresa muy interesante. También aparecen grandes amenazas con las que los protagonistas descubren lo cruel que puede ser el mundo. Los cazadores son solamente un eslabón que lleva a alguien realmente peligroso, Drago. Es un villano que tiene una motivación real, con la que justifica su odio. Los suyos lo respetan por el temor que le tienen, y en todo momento sabemos lo peligroso que puede llegar a ser. No por nada pone en jaque a los héroes, con lo que la trama se vuelve más oscura. Las tensiones crecen, estallando en muy buenas secuencias de acción y flashbacks que dan más forma a la trama central. Aquí es donde los juegos emocionales, necesarios en estas películas, funcionan a la perfección.

Es muy interesante ver hasta qué punto se puede profundizar en los sentimientos de los personajes en una película que es teóricamente infantil. Hay cuestionamientos y dudas como el de Hipo, que se exploraron antes en este tipo de films. Sin embargo, a la hora de interactuar, se ponen en manifiesto emociones mucho más fuertes como la culpa que vemos en Valka; el resentimiento que lleva al odio en Drago y la manipulación. Hay también emociones muy positivas que hacen interesante la balanza de contenidos, la amistad; el amor en Estóico (Estoic) y tantos otros como el perdón. Los personajes están tan bien caracterizados que sorprenden por lo humanos que son. Se equivocan, dudan y crecen. Esto la enriquece muchísimo a la película y hace que el abanico de emociones que sentimos al verla sea, no solamente sea amplio, sino además muy bien manejado. En ningún momento es densa o aburrida. Lamentablemente el clímax pasa demasiado rápido. Se exploran otras cosas, lo que lleva a que la batalla final sea corta y no tenga el nivel  emotivo necesario.

En cuanto al aspecto visual, hay una mejoría bastante notable a nivel técnico. No faltan los planos secuencias que nos hacen ponernos en la piel de los jinetes de dragón y lograrnos sumergirnos del todo en ese mundo. El espacio en el que se mueven es mucho mayor y sentimos esa grandeza necesaria en las historias épicas. Lo que también se nota, es un gran trabajo a nivel de arte conceptual. Por ejemplo, la diversidad de dragones no solamente se evidencia en lo físico, sino también en su comportamiento.

Hay películas que demuestran el potencial técnico en la animación moderna. Sin embargo vimos cómo termina en algo vacío sin una gran trama, trabajada con inteligencia, y por supuesto personajes ricos en cuanto a su psicología y espectro emocional. Como entrenar a tu dragón 2 es un ejemplo de cómo la pasión con la que se hace una película, repercute en la calidad final. Es decir, un ejemplo a seguir.

 

 

jueves, 19 de junio de 2014

La gesta de los caballeros dragón Vol.2: Akanah - Agne & Philippe Briones



Por la forma en la que terminó el primer tomo de La Geste des chevaliers dragons, lo lógico sería pensar que
Ellyn, la escudera se iniciaría como un caballero dragón. Incluso que la serie se termine centrando en ella. Sin embargo, la guionista Agne nos da un giro muy interesante para presentarnos a otras protagonistas en este tomo.  Las aprendices de caballero Akanah y Ellenor son muy distintas a la estructurada Aïda. Les gusta buscar peleas, emborracharse e ir en contra de lo que representa la orden. Esto genera tensiones mucho más interesantes entre los personajes, e interacciones mucho más ricas, sobre todo con la entrada del que sería un interés amoroso, Jan, un sacerdote de otra orden. El problema está en que el velo del dragón puede llegar a afectarlo, incluso con un talismán que en teoría lo protege. Como en el primer tomo Agnes se tomó su tiempo para mostrar la forma en la que los dragones alteraban todo a su alrededor por medio del velo, aquí se centra del todo en una misión contra reloj. El velo avanza mucho más rápido de lo que esperan y las caballeros que debían liquidarlo han muerto. Entonces las aprendices con su maestra deben enfrentarlo, sabiendo que es posible que no sobrevivan. A medida que se acercan, vemos que hay algo más allá del poder del dragón, la naturaleza humana deja salir lo peor de sí misma para protegerse e impacta bastante, al punto en el que los mismos personajes dudan si vale la pena o no enfrentarse a estos seres.

La parte gráfica pasa a Philippe Briones, tiene un trazo mucho más estilizado y no apunta tanto al lado
erótico y sensual. Le importa más generar una atmósfera más oscura dentro del medio urbano medieval en el que se mueven los protagonistas. No tiene el preciosismo visual que encontrábamos en el primer tomo a la hora de construir paisajes, pero logra que los cambios del velo sean mucho más impactantes y ricos. Incluso nos damos con el progreso en cuanto a cambios que sufren los personajes frente al velo, ya no son daemonites de Jim Lee. Aquí se nota que algo alteró su naturaleza y los vuelve realmente peligrosos. Otro gran cambio está en el dragón, deja de ser un reptil enorme para tomar su propia naturaleza y dejar en claro su poderío a nivel visual.

 Es una lástima que no se haya editado más que un tomo de La Geste des chevaliers dragons en español. El segundo tomo representa una subida en calidad tanto argumental como gráfica. Comienzan a aparecer cuestionamientos frente a la orden y lo que representa la lucha contra los dragones, que enriquecen mucho a la serie. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Gon - Masashi Tanaka



Hay dinosaurios que no están hechos para volar. Gon no lo sabe, mueve sus brazos con mucha energía en el intento. Le espera una gran caída, pero no hay problemas. Es muy resistente. De hecho su fuerza y resistencia son inversamente proporcionales a su estatura.


Como si se tratase de un anacronismo viviente, Gon, el pequeño dinosaurio creado por Masashi Tanaka,
vive fuera de su tiempo. No le importa ser el único de su especie,  solamente piensa en comer, dormir y pasarla bien haciendo travesuras, como un niño.  Es un manga muy curioso. No hay ningún tipo de dialogo, ni siquiera onomatopeyas. Los dibujos de Tanaka son tan expresivos y detallados que no hacen falta. Su labor gráfica y narrativa exquisitas, nos sumergen de lleno en esos entornos naturales, como si se tratase de un documental. Por lo general, sus historias retratan la vida de los animales en su hábitat, como viven y como sufren la llegada de los depredadores. Hay algo que le da esa nota de color altera todo, Gon. Todo se centra en la forma en la que se mimetiza a su manera con los animales y la manera en la que se enfrenta a los depredadores, que Tanaka los presenta como villanos peligrosos que si lastiman y matan a los amigos del dinosaurio. Entonces se convierte en un antihéroe, y por lo general el remedio es peor que la solución. La manera en la que se enfrenta a ellos es violenta, llena de acción y siempre divertida. En estas secuencias los dibujos se lucen tanto, que entendemos porque el autor decidió omitir las onomatopeyas. Si bien las historias siguen un esquema determinado, siempre logra encontrar un elemento para que no dejen de ser divertidas. Esto lleva a que leamos tomo tras tomo sin cansarnos. Gon es adictivo.

 El pequeño tuvo su evolución. En las primeras historias era un tanto agresivo y perfilaba para ser uno de
esos protagonistas que son un dolor de cabeza a los que los queremos ahorcar. Evolucionó, posiblemente desde la historia en la que usa a un león para cazar, o en esa que les comenté al principio, en dónde intenta aprender a volar. A la larga, termina convirtiéndose een un personaje más querible, incluso tierno.  La esencia de antihéroe no se pierde en ningún momento. El carácter de Gon es lo que le da la magia a este manga. Realmente nunca sabemos cómo va a actuar ni que salidas va a tener, por eso es tan divertido.

Es raro encontrar obras que sean tan bien representados por su personaje, como lo es Gon. Eso que vemos en la portada, es lo que encontramos en el manga, cosa que es genial. Son historias simples, ilustradas con una maestría enorme, en las que Masashi Tanaka siempre se las arregla para sacarnos algunas risas. El pequeño dinosaurio tiene mucha más actitud que muchos de los personajes de mangas actuales, desfilando frente suyo.


martes, 17 de junio de 2014

El Eternauta - El Odio cósmico - Pablo Muñoz & Walter Taborda



Allí, en alguna mesa de saldos, las ediciones de editorial Deux sueñan con llegar a ser una colección completa. Esa maldición que tenía Pablo Muñoz de no poder pasar el tercer número de las colecciones que edita, se ha roto hace tiempo. El problema está en que nada de lo que edita llega a buen puerto. Cuando su nombre aparece en algún título que esperábamos en edición nacional, sentimos esa promesa que se deshace en la mesa de saldos. Allí es a donde llega todo lo que edita, incluso sus escasos números 4. Hace algunos años intentó continuar la historia del Eternauta en la saga “El odio cósmico” Solamente salieron tres números, que hoy se pueden encontrar en los saldos. Tanto él, como Walter Taborda insistían en que habían completado la historia. Resultó ser cierto, en el 2008, Doedytores publicó el libro con la historieta casi completa (Sin el contenido de los tres números que habían salido) Es decir, lo de Barreriro quedó afuera.

En las casi cien páginas del cómic, Pablo Muñoz no logra despegar la historia a pesar de tener un par de ideas interesantes que se pierden. El mayor problema está en la forma en la que encara la trama, desde el vamos, la idea central es absurda e idiota. Juan Salvo aparece en un continum en dónde el Eternauta es una historieta, y allí los ellos van a lanzar su ataque máximo. Junto al psiquiatra que lo encontró, Katz, decide juntar un grupo de ataque conformado por intentos de personajes sin ningún desarrollo psicológico, bidimensionales a más no poder y aburridos. Incluso Baxter, que es un alter-ego homenaje del fallecido Barreiro, termina siendo un estereotipo del guionista con ínfulas de ser interesante. Es inevitable que los diálogos terminen en el clásico ping pong del escritor principiante, chistes malos y grandes bloques de texto sin editar. Es decir que cuesta leerlos y creer que salen ser seres humanos. Si la trama es problemática, esa identidad argentina que destilaba el Eternauta se pierde en la forma de encarar la historia a lo Michael Bay. Hablamos de un intento de thriller con mucha acción mal dibujada, peleas gratuitas y una falta de tensión desesperante. Incluso los marines y el ejército norteamericano están presentes. A mitad de la historia, aparecen nuevos personajes. Es una esperanza que uno como lector, tiene que se salve la segunda mitad del libro. Aparecen chicas sexys mal dibujadas, con aún menos desarrollo que los protagonistas. Están para un intento de juego amoroso con Katz, y  por supuesto, ganas de Taborda de dibujar mal una que otra chica desnuda y una escena de sexo muy gratuita. Como toda película de Michael Bay moderna, no faltan las grandes naves y mucha escenografía de ciencia ficción que está porque sí. En realidad es un lindo decorado, aunque esté mal dibujado. Allí es donde aparecen a modo de intento de giro argumental esas ideas que se desperdician. El porqué de la invasión, que queda en un discurso progresista vacío, calcado de algún

panfleto. También está el motivo de los ellos, si un guionista con un mínimo de talento hubiese escrito esta historia, eso sería lo central. Muñoz demuestra que es tan buen escritor como editor.

Creo que el único trabajo que me gustó de Walter Taborda fue el peregrino, con guión de Robin Wood. Allí su estilo que intentaba imitar el lado cool de los americanos de los noventa andaba bien. En una historia del Eternauta ese estilo choca bastante. No es un universo de mujeres sexys, hombres musculosos y escenas plásticas. Tampoco es un lugar en donde puedan estar todo el tiempo en poses sexys y con rostros inexpresivos. Falta esa esencia argentina. Su falta de profesionalismo en cuanto a sombreados y planos se hace aún más evidente por esa forma de encarar el cómic. Hay una sola página completa que está bien ilustrada. El resto es lamentable.

El gran miedo de todo fanático de la historieta argentina, es una adaptación al más puro estilo de Hollywood, o incluso peor, de Michael Bay. El odio cósmico es lo más cercano al StoryBoard de esa aberración que podemos encontrar. Menos mal que pude cambiarlo por otra historieta en el Ateneo.

sábado, 14 de junio de 2014

Orange is the new black - Segunda temporada




A medida en la que se abren las rejas, las reclusas que entran van pasando por portales que les quitan la libertad y algo de su ser. Algunas lloran, otras como Piper Chapman (Taylor Schilling)  observan con detenimiento para a la larga, entender ese sistema. Cada cual tiene su forma de enfrentarse a esto, sabiendo que el cambio es inevitable.



En la primera temporada de la serie de Netflix,  Organge is the new black, la historia se centraba en la adaptación de Chapman a ese nuevo entorno y como supo ganarse un lugar, aprendiendo ese juego al interactuar con las otras reclusas,  para así sobrevivir en la cárcel. Si no fuese por ese final tan climático de la temporada, se habría convertido en un personaje aburrido, ya no tenía demasiado interés ni ese conflicto tan interesante del principio. En la segunda temporada solamente los primeros capítulos están centrados en ella para que terminar de cerrar lo que pasó al final. Rápidamente deja de ser el foco central cuando  Yvonne 'Vee' Parker (Lorraine Toussaint) entra en escena.  La madrastra de la carismática  Taystee Jefferson (Danielle Brooks), es el antagonista que la serie necesitaba. Ya no hay fanáticas religiosas con problemas mentales. Vee es una manipuladora que sabe tirar los hilos correctos para ir ganando cada vez más poder dentro de la prisión. Su falta de moral y las maquinaciones que traza dejan muy en claro que es capaz de cualquier cosa, usando a sus seguidoras como ejecutoras. Personajes como Crazy Eyes (Uzo Aduba), que estaban de relleno, al fin toman un rol mucho más fuerte gracias a ella y tienen una evolución muy interesante. La cosa va más allá. Hay conflictos con el grupo de las latinas que trabajan en cocina, y por supuesto con Red, que intenta volver a tener su grado de poder e influencia. Entre todos estos conflictos, vuelven los flashbacks, ahora mucho más acordes  a lo que pasa en prisión.

Más allá de las tensiones que se dan por la búsqueda de poder, lo que importa en esta temporada es lograr encontrar en ese terreno hostil quienes son realmente. Esa búsqueda del ser, y por ende, donde está la fortaleza de cada una, le da una riqueza enorme a la historia, sobre todo porque no es explícito. Los personajes se vuelven cada vez más ricos a medida en la que la historia avanza. Desde hacía tiempo que no veía unas manipulaciones tan intensas que afecten tanto a los personajes. Las chicas sufren, dudan. Les importa formar parte de algo, pero hay valores y amistades que se ponen en juego. Al final terminan siendo víctimas, y no se animan a dar el paso necesario para salir. Por supuesto que la vida en la prisión va más allá.  Hay sub tramas divertidas, como el juego de ligue entre Big Boo (Lea DeLaria) y Nicky (Natasha Lyonne), el intento de Healey (Michael Harney) de encontrar su dignidad, el embarazo de Dayanara (Dascha Polanco), con todos los dolores de cabeza que conlleva haber engendrado su hijo estando presa y por supuesto, lo que pasa con el personal de la prisión.  En ese potpurrí encontramos otras reclusas que salen del molde, como Brooke Soso (Kimiko Glenn), una asiática americana con ideales progresistas y una forma muy idealizada expresar disconformidad dentro de la cárcel. Otra es Miss Rosa (Barbara Rosenblat), su lucha contra el cáncer y su forma irónica de ver la vida, nos dan un descanso dramático, incluso tierno de la trama central. Hasta la misma Chapman, con los cambios que vive a nivel legal y románticos, dan un aire distinto dentro de la historia.  El final se merece una mención aparte. Cierra con mucha clase y esa dosis de rebeldía se convierte en el broche de oro que la temporada necesitaba.

Con trece capítulos, la segunda temporada de Orange is the new black cuenta uno de los dramas carcelarios más divertidos e intensos de los últimos años. Las manipulaciones y los juegos de poder se hacen todavía más interesantes gracias a esa riqueza de personajes de la serie. Está tan bien narrada y es tan intensa, que se vuelve difícil no verla de corrido. 

viernes, 13 de junio de 2014

Safety not guaranteed





Uno de los temas que más llaman la atención en la ciencia ficción, son los viajes temporales. Por lo general, lo que más se trata en los mismos, es la parte  científica y los cambios que generan estos viajes en las distintas líneas temporales. Sin ir demasiado lejos, en volver al futuro, estas tenían un rol importante, y al final de la primera parte se notaba un cambio en las corrientes temporales que era positivo para Marty McFly.



En Safety not guaranteed, el viaje en el tiempo es lo que menos importa. De hecho sirve principalmente como un eje conector de una trama donde se desarrollan a los personajes y sus relaciones en una suerte de comedia romántica.  En este film de Colin Trevorrow, la historia comienza de manera cotidiana y simple. Darius (Aubrey Plaza) cuenta de su vida en una especie de voz en off, que luego descubrimos que es una entrevista laboral.  Después de esta introducción, donde el tono ácido – cómico de la película se pone en evidencia, la trama comienza. Darius es una pasante en una revista, donde buscando temas para rellenarla, dan con un artículo en un diario donde  Kenneth (Mark Duplass) está pidiendo un acompañante para un viaje en el tiempo, y aclara que la seguridad no está garantizada (Lo que da nombre a la película)  Ni cortos ni perezosos, aunque con un poco de negativas,  el periodista Jeff (Jake Johnson) parte con dos pasantes, Darius y Arnau (Karan Soni) a investigar sobre el asunto.  Darius, cínica y bastante sarcástica, es la elegida para acercarse a un paranóico Kenneth y profundizar sobre el asunto, lo que genera un acercamiento entre ambos.

Mientras se desarrollan los personajes, dentro de las motivaciones y personalidades conflictivas que tienen, los elementos del viaje en el tiempo van apareciendo a cuenta gotas. Uno de los grandes logros de este film, es que llegamos a dudar si existe una posibilidad de que esto se de en la película.  Kenneth es un personaje bastante especial, que dentro de la paranoia y obsesión que tiene frente al viaje, se va abriendo de a poco a Darius, que dentro de su patetismo, se termina enamorando del personaje.  Es aquí, donde el viaje en el tiempo y la relación entre estos personajes dan una tensión muy interesante, y donde  de a poco los elementos fantásticos se van introduciendo muy de a poco, hasta el final.  Las paradojas temporales están tan bien tratadas por el guionista Derek Connolly, que no las tomamos como tales, sino que se genera esa duda que les había comentado sobre si Kenneth está loco o no.  Los otros dos protagonistas tienen una sub-trama bastante especial donde Jeff, el periodista pasa de ser un personaje un tanto chocante, a un ser al que lo terminamos comprendiendo, e incluso queriendo cuando nos damos cuenta de que es lo que lo había llevado a ese pueblo.

Es evidente que una película así necesita dos elementos claves para funcionar: Los actores y un muy buen guion. El casting de Colin Trevorrow es un acierto. Los roles están muy bien representados, e incluso sorprenden. El siempre versátil Jake Johnson logra una evolución muy interesante en su personaje. Tiene fuerza y dinamismo.  Mark Duplass logra representar un personaje mucho más interesante, y logra una gran química con la sorpresa de la película, Aubrey Plaza. Su trabajo es brillante. Darius es sin dudas el mejor personaje de la película, y su evolución es excelente. A nivel guion, está el otro elemento que le da la magia al a película. Ya mencioné que la trama está muy bien llevada, y que genera muchos climas sumamente interesantes. Los diálogos son brillantes. Creo que desde Dogma que no disfrutaba tanto sarcasmo y acidez en los personajes. Algunas veces son cortantes, otras pasan a ser tiernos y profundos.  Esto hace que en ningún momento la película sea aburrida.

En definitiva, un film que los va a sorprender por su frescura y la manera diferente en la que encara el tópico. 

Publicado originalmente en 
http://locoxelcine.com/joyitas-escondidas/safety-not-guaranteed-otra-forma-de-plantear-viajes-temporales/  - Sí, el artículo es mío. :)